Soy un sabueso de la historia, una especie de hambriento por conocer a detalle lo que sucedió. Y entre mis lecturas, indagaciones e investigaciones de uno de mis personajes favoritos de la Reforma Protestante, Martin Lutero, descubrí algo interesante que en esta oportunidad quiero compartirte ¡Estoy seguro que puede servirte!
Se dice que el 2 de julio de 1505 cerca de Stotternheim, cuando Lutero regresaba de la Universidad de Erfurt (donde estudiaba Jurisprudencia) para visitar a sus padres, fue sorprendido por un temporal de lluvia con fuerte actividad eléctrica. Uno de los rayos cayó cerca de él y tuvo muchísimo miedo. Fue entonces cuando oró: "Ayúdame, me haré fraile".
Posteriormente ingresó al monasterio negro de Erfurt en septiembre de ese mismo año. Abandonó su carrera universitaria y eso provocó un enorme disgusto en su padre, pero aún así lo hizo.
Se dice que Lutero acariciaba la idea de ser fraile desde antes de ese incidente, pero no lo llevaba a la realidad quizá por falta de "señales".
Y la verdad es que nunca hay "señales" que te provocarán servir a Dios. A lo mejor nunca te pase como a Lutero que algo lo empujó finalmente a meterse en el monasterio, porque al final esas "señales" no son necesarias cuando tienes la convicción de que puedes servir al Señor.
No te estoy diciendo que abandones tu carrera universitaria ni que te metas en un monasterio, ahora se sirve a Dios con tu carrera y ahí donde estás.
¡Tú también puedes convertirte en un reformador con tu estilo de vida que chocará con los anti valores que la gente practica!
No esperes señales, ni rayos que te empujen a servir a Dios. ¡Solo hazlo y ya!
«No digas: “Soy muy joven”, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene. No le temas a nadie, que yo estoy contigo para librarte.» Lo afirma el Señor. (Jeremías 1:7-8)
Nota: Esta anécdota puede ampliarse en los "Documentos sobre Lutero" de la Facultad Evangélica de Teología CTE
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