—No retirarse. No rendirse. Esa es la ley de Esparta. Y por la ley de Esparta nos quedaremos y pelearemos. Y moriremos. Una nueva era ha comenzado. Una era de libertad. ¡Y todos sabrán que trescientos espartanos dieron su último aliento para defenderla!
De eso se trata, de nunca retirarse, de nunca rendirse en la lucha contra todo lo inmoral y corrupto. De ser fieles a Dios hasta el último aliento.
A veces, como a Juan el Bautista o al mismo Jesús, nos tocará luchar hasta las últimas consecuencias por decir la verdad y hasta perder la cabeza o acabar en una cruz... pero no nos rendiremos, no nos retiraremos. Seremos incómodos, controversiales y polémicos. Seremos íntegros y hasta el final vamos a luchar por lo verdadero y justo, por la causa del Reino de Dios.
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