domingo, 5 de mayo de 2013

¡Te lo mereces por "maricón"!

Imagen "El buen Samaritano"
Los prejuicios son, a mi parecer, ideas equivocadas preconcebidas sobre alguien o algo. Ideas tontas, pues, que alguien se hace sin conocer a profundidad lo que está juzgando. 

El hermano Chepe, como es natural, tiene prejuicios sobre casi todas las cosas, y eso no le permite conocer la satisfacción de la libertad en Jesús para ayudar a las personas, no importando su estilo de vida. Y aquí quiero hacer eco de lo último que dije: ¡Ayudar a las personas, no importando su estilo de vida!

En cierta ocasión Chepe iba corriendo, más bien volando, a la iglesia. Se le había hecho tarde y debía llegar temprano porque a él le tocaba hacer la oración inicial en el culto.

Podría acabarse el mundo en un episodio apocalíptico, pero él no se detendría por nada y caminaría a grandes zancadas para llegar justo a la hora indicada. Como si fuera un personaje épico, llegaría a pesar de todo justo a tiempo.

Para llegar a su iglesia debía pasar por algunos lugares que, en domingo, suelen estar solitarios dentro del centro histórico de San Salvador. En uno de esos rincones, encontró a su paso un homosexual que fue herido con arma blanca a la altura de su ombligo después de ser asaltado. Y mientras su camiseta blanca se teñía del rojo de su sangre le gritó, balbuceando:

Ana (Homosexual)- ¡Ayúdeme! ¡Me han robado y apuñalado! Necesito, necesito... ver a un doctor ahora mismo... ¡Siento que, que... que muero!

Chepe- ¡Por las mil mujeres de Salomón! ¡Cállate "maricón"! Por niña y pecador te pasan esas cosas. ¡Te lo mereces por "maricón"! Huy, que el señor me libre de tocar uno de tus pelos afeminados "¡Alelucha!", es preferible que fueras mujeriego pero no marica. "¡Alelucha!". Por eso admiro a Salomón que tuvo muchas mujeres, pero jamás se "echó" con otro hombre...

Ana, moribundo, se quejaba casi en silencio y se retorcía en el suelo, y mientras Chepe pasaba cerca de él, intentó tomarlo del pantalón con el fin de pararlo y que hiciera algo.

Chepe- ¡Por los panes y los peces que alimentaron a cinco mil hombres, no maricones! ¡No me vayas a tocar! No sea que lo "maricón" se pase. Es más, mejor arrepiéntete y recibe a Jesús como tu salvador personal... 

Señalándolo con su dedo índice y con un gesto muy serio en su rostro, sentenció:

Chepe- ¿Si mueres ahora... a dónde iría tu alma? ¿Al cielo o al infierno? y antes que me contestes, yo diría que por "maricón" te mereces el infierno. Y allá sí te vas a arrepentir de no ser "macho" como yo "¡Alelucha!" 

Ana no pronunció palabra, no tenía ánimos para eso y menos para hacer una oración. ¡Se estaba muriendo y necesitaba un médico!. Él no estaba pensando en el cielo o el infierno, él estaba luchando por sobrevivir un tiempo más.

Chepe dio medio vuelta y aceleró su paso, pues esta plática le había robado segundos que, según él, hubieran sido aprovechados para avanzar. Además él no podía ser irresponsable y llegar tarde al culto. Al final, lo único que interesaba para Chepe era estar en la iglesia.

Una media hora después de irse Chepe, mientras Ana permanecía tirado y sangrando, pasó un ateo y al enterarse desde lejos sobre lo que ocurría, echó a correr y sin preguntar nada, lo cargó en sus brazos e intentó llevarlo al hospital Rosales. 

Pero en el camino, Ana iba perdiendo demasiada sangre. La herida había sido profunda, sangraba a borbollones y parecía que la muerte estaba ganando la batalla. 

Mario (ateo)- ¡Vamos! ¡Sigue luchando por tu vida! Ya casi llegamos al hospital, no puedes morirte.

Pero por más que Ana se aferraba a la vida, estaba perdiendo la batalla. 

Mario- Yo no creo en Dios, pero si tú crees: ¡Reza u ora para que te ayude en este momento!

Pálido y sin mover un solo músculo, Ana parecía que finalmente perdió la batalla contra la muerte antes de llegar al hospital. No obstante, Mario logró llegar a la sala de emergencias.

Doctor- Ya no podemos hacer algo por él. Ya murió. Aunque si no hubiera pasado tanto tiempo después de ser herido, seguramente le habríamos salvado la vida.

Por su lado, Chepe llegó a tiempo a la iglesia e hizo la oración. Los hermanos en la iglesia oraron y disfrutaron el culto. 

Chepe ni se enteró que Ana murió por su culpa, porque no hizo nada por él. Y por cierto, hacer la invitación a arrepentirse no cuenta. Es bueno, pero no lo más importante en un momento así. 

De los dos, seguramente Jesús vio con buenos ojos a Mario, el ateo. Más a Chepe le dirá en el día del juicio:

Jesús- Estuve tirado, herido y muriendo. Te pedí ayuda y no me la diste.

Chepe extrañado preguntará:

Chepe- Señor. ¿Pero cuándo estuviste así? Jamás te vi en esa condición. De ser así te hubiera ayudado "¡Alelucha!"

Jesús- Claro que me viste, estuve en la persona de Ana, el homosexual, al que llamaste peyorativamente "maricón" y no le ayudaste. Así que hoy hazte a un lado, no te conozco. No eres de los de mi padre, eres un maldito.

REFLEXIONES 
Haz un inventario de todos tus prejuicios y tíralos lejos de ti. Ellos son los que te hacen hipócrita y no te dejan ayudar a las personas.

Jesús suele encontrarse en un niño de la calle, en una prostituta, en un homosexual, en un ateo, en un hereje... ¡Pocas veces se encuentra la iglesia!

Servir a Dios no es predicar o usar un uniforme para hacer algo en la congregación. Es salir del templo, ensuciarse las manos con el niño de la calle, es ser amigo de los homosexuales y conocerlos para invitarlos a un mejor estilo de vida... ¡La vida que Jesús ofrece en su Reino!

No utilices palabras como "Maricón" y otras despectivas para los homosexuales. Jesús nunca se burlaría de ellos y menos los condenaría. Tampoco aprobaría su estilo de vida, pero jamás los condenaría.

Deja tu comentario aquí mismo... ¡No te vayas sin decirnos qué piensas de este capítulo!

Lista de capítulos anteriores
1-Es mejor peludas en el cielo que depiladas en el infierno
2-Juan, el de los pelos parados
3-¡Huy, eso es del diablo! 



4 comentarios:

  1. Me pareció excelente... es mecho mejor que las anteriores. Triste la historia, pero refleja la realidad.

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  2. Excelente, nuevamente. ¡Cuánto nos hace falta!

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  3. Muy bueno, me gusto mucho el episodio. Adelante, Ezequiel.

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  4. muy bueno, excelente lectura y lo más importante: da muestra de la esencia de jesús.

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