Esta noche estoy aquí para incomodarte. Quisiera tener un discurso bonito, una palabra de aliento y declarar que el 2015 será el "año de la cosecha o bendición y que por fin encontrarás al amor de tu vida, te casarás y serás feliz por siempre con cinco hijos e hijas". Pero no, estoy aquí para ser una molesta piedra en tus zapatos.
Es que, entiéndeme, si no lo hago, un fuego me consumirá por dentro y quedaré en deuda con lo que creo Dios me dijo para ustedes. Esta noche, esta hora exactamente, fue pensada por Dios para tenerte aquí, hacerte disfrutar la buena música y ¡desafiarte a trascender!.
La lectura de hoy:
10 Isaí le presentó a siete de sus hijos, pero Samuel le dijo:
—El Señor no ha escogido a ninguno de ellos. 11 ¿Son éstos todos tus hijos?
—Queda el más pequeño —respondió Isaí—, pero está cuidando el rebaño.
—Manda a buscarlo —insistió Samuel—, que no podemos continuar hasta que él llegue.
12 Isaí mandó a buscarlo, y se lo trajeron. Era buen mozo, trigueño y de buena presencia. El Señor le dijo a Samuel:
—Éste es; levántate y úngelo.
13 Samuel tomó el cuerno de aceite y ungió al joven en presencia de sus hermanos. Entonces el Espíritu del Señor vino con poder sobre David, y desde ese día estuvo con él.
(I Sam 16:10-13)
La palabra clave de esta noche es "Trascendencia". ¿Y qué es la trascendencia? Es, en mis palabras, salir de la zona de confort, de comodidad y hacer que tu vida valga la pena. Vos naciste con un propósito, no sos un accidente (y si así fuera, eso es tan solo la excusa para venir al mundo y trascender). No es coincidencia que vos seas el espermatozoide ganador, de entre miles, de tu padre que fecundó el óvulo de tu madre.
No estás en el mundo, y específicamente en El Salvador, para pasar inadvertido. No estás aquí solo para comer, dormir, ir al baño, estudiar, gastar el oxigeno, enamorarte con una sonrisa nerviosa y boba, tener hijos y morir. Estás aquí para algo más loable, para algo más asombroso, para ¡trascender!
¡El Salvador te necesita! Me tomaré la libertad de explicarte más o menos el panorama de este país en que te ha tocado vivir.
Primero, vivís en el país donde cada día 70 adolescentes se convierten en madres, según un informe de Salud en el 2013. Vivís en el país que ha sido señalado por la UNICEF con la mayor tasa de homicidios hacia niños y niñas durante el 2014 en todo el mundo, incluso más que en los países donde hay guerras. Aquí por cada cien mil habitantes hay 27 niños y niñas asesinados.
Tal vez esta crónica desgarradora te ilustre lo que los niños viven en este territorio con a penas 20, 742 km2. Y cada vez menos, porque Honduras hasta nos ha quitado la Isla Conejo.
Historia de David
David tenía 11 años de edad cuando fue raptado por pandilleros y luego asesinado con tortura, hasta el punto de desmembrar su cuerpo. Su caso es tan solo la muestra de cómo El Salvador no es un país para niños y donde al parecer les quedan pocas opciones como morir o emigrar.
David Orellana recién salía del Centro Escolar Felipe Soto, en Santa Cruz Michapa, Cuscatlán, donde estudiaba cuarto grado. Tres compañeros más lo acompañaban, pero se detuvo para comprar tortillas. Luego de eso nadie supo más de él. Según investigaciones preliminares, un grupo de pandilleros lo secuestró.
Su abuela y familiares comenzaron a buscarlo, y después de toda la noche lo encontraron en una vereda aledaña al río El Arenal, de Santa Cruz Michapa. Estaba desmembrado y la escena era escalofriante. Su asesinato deja más preguntas que respuestas. Según las autoridades, el lugar donde el niño vivía es dominado por una pandilla, mientras que donde estudiaba es territorio de otra, por lo que no descartan que este hecho tenga alguna vinculación con los lugares en que David se movía.
Sin embargo, la familia afirma que el niño nunca tuvo una amenaza de muerte y no tenía ninguna vinculación con esos grupos. "Era un niño sano, amigable, todo mundo lo conocía; trabajador, ayudaba a su abuela en la milpa", explicó una familiar del niño.
Así como David, podemos mencionar el caso de Noé Orellana, que fue ultimado mientras cortaba leña. Tenía 18 años de edad y era un atleta especial con síndrome down que había participado en eventos internacionales. La hipótesis que manejaron las autoridades sobre su asesinato es que él fue blanco de un adolescente que debía matar a alguien como rito de iniciación a la pandilla. Y así, la lista de asesinatos podría aumentarse, dando como resultado que al menos hasta marzo del 2014 ya se registraban 81 adolescentes muertos en manos criminales.
Pero eso no es todo, también vivís en el país que escupe sus niños, que los vomita y los expulsa. David, el niño con del que te comentaba, vivía con su abuela. Sus padres hace algún tiempo habían emigrado a Estados Unidos y se lo querían llevar. Así que según informó la familia, se envió $16 mil con el propósito de que él y su hermana pagaran un coyote y los llevara hasta Norteamérica.
Él se negó argumentando que se quería quedar con la abuela, a quien todos los cercanos dicen que amaba profundamente. De manera que su hermana, también menor de edad, fue la única que huyó del país para reencontrarse con sus padres. Un par de meses después, sucedió la tragedia.
La hermana de David es parte de esa dura estadística de niños y niñas que emigran de este país, como escupidos y expulsados de un territorio que no ofrece seguridad y oportunidades para el futuro. Niños que eventualmente huyendo de la violencia, caen en manos criminales en México. Y si corren suerte, no mueren pero en su gran mayoría son deportados y regresan a este país.
Así que vivís en el país que mata y escupe sus niños. Y este gobierno no hace mucho por erradicar esto.
Pero eso no es todo, vivís en un país donde las mujeres son abusadas sexualmente, reclutadas por las redes de tratas de personas, prostituidas forzudamente y donde de los casi 250 asesinatos de mujeres, solo 7 no han quedado impunes. Las otras mujeres todavía, desde los cementerios, esperan justicia.
¿Sigo hablándote del país donde vivís? Quizá ya sea suficiente, pero quiero que sepas que también vivís en el país donde dos de cada 5 niños y niñas sufren desnutrición severa. ¿Vos todavía pensás que el hambre es algo exclusivo de África?
Historia de niños intoxicados por el hambre
En 2010, Segundo Siélezar obligado por el hambre de sus hijos que todo el día anterior no habían probado bocado alguno porque no había dinero, decidió preparar tortillas con semilla mejorada donada por el gobierno para cultivar y que no es apta para el consumo humano.
A las dos horas, sintieron molestias, vomitaron y cuando los llevaron al hospital, murieron en la cama de un pick - up intoxicados. Encima de eso, hay que decirlo tajamente, diputados de la Asamblea Legislativa se niegan a votar por una ley de seguridad y soberanía alimentaria que garantizaría alimento de calidad para todos y todas en El Salvador. Esos diputados se oponen porque quieren proteger intereses de empresarios que ya no podrán comercializar con comida chatarra que solo arruina el cuerpo.
¿Adivinen qué más? Esos mismos diputados también se niegan a aprobar una ley general de aguas, que garantizaría agua para todos. Mientras se niegan a aprobarla, muchas personas consumen agua contaminada. De hecho, hay estudios que dicen que en El Salvador para este 2014 el 98% del agua está contaminada.
En este país, la justicia es fuerte para el débil y débil para el fuerte. A los corruptos los tratan bien y les dan privilegios.
¡Trasciende!
Podría seguir contándote cómo es el país en el que vivís. Pero es suficiente para que te dé rabia todo lo que pasa. Te lo dije, esta noche estoy aquí para incomodarte y desafiarte a que logres trascender en esta realidad en la que te ha tocado vivir.
Quiero regresar al texto que leímos, lo escogí porque esa historia muestra de alguna forma a los que están simplemente en el campo cuidando ovejas. Un trabajo bueno, pero sin mayor trascendencia.
Sucede que Samuel está decepcionado por cómo el rey Saúl ha desobedecido a Dios y ha llevado a la nación al caos. Se pone a llorar y Dios le habla diciendo que se deje de tonterías y que vaya a buscar al nuevo rey. Samuel lo hace y llega a la casa de Isaí.
Isaí le presenta sus hijos y Dios detiene a Samuel para que no declare a nadie como rey. Entonces pregunta si hace falta otro hijo más, Isaí responde que sí. Pero que es a penas un muchacho que está pastoreando ovejas y que ni siquiera se tomó la molestia de llamarlo porque quizá no pueda tener la capacidad de asumir tan grande responsabilidad como la de darle nuevo rumbo al pueblo que está estrellado en el caos.
No obstante, lo mandan a traer y finalmente Dios le dice a Samuel: ¡A este úngelo! Samuel lo hace. Y el relato nos dice que a partir de ese día Dios estuvo con él. Luego lo vemos más adelante, derribando gigantes en defensa de su pueblo oprimido y convirtiéndose en rey.
En otras palabras, a partir de ese día ¡trascendió!. Pasó de simplemente ser un pastor de ovejas a ser un caudillo, alguien que trascendió. (No vamos hablar hoy de los errores que cometió, ni vamos a hacer un análisis teológico, histórico, mitológico, semiótico... y todo lo demás de este texto, me interesa destacar que pasó de ser un joven común y corriente a alguien que trascendió).
Ahora te toca a vos, te toca pasar de ser un simple estudiante, un simple hijo, un simple cristiano, a alguien que trasciende.
La fe va más allá de reunirse de vez en cuando en la iglesia, también hay que salir de ella para incidir en la comunidad. Para incidir en la escuela, la universidad, en el trabajo. Por eso veo con buenos ojos la oportunidad que van a tener este año 2015 de hacer reuniones en las casas. ¡Eso es sacar a Jesús de estas cuatro paredes a la comunidad!
Pero no hagan las reuniones solo por una tarea y obligación más de la vida cristiana y de esta iglesia, háganlo para trascender. Háganlo para cambiar el status quo. Quizá no van a cambiar el mundo, pero al menos trasciendan en esta colonia y en donde sea que anden.
¡Ya basta de estar cómodos! Ya basta de estar sentados y de brazos cruzados en la vida. Ustedes nacieron para algo más que pastorear ovejas, nacieron para trascender. Nacieron para trabajar por la paz en el país que mata a sus niños. Nacieron para trabajar para que ya no haya más violencia contra las mujeres, incluso desde las iglesias que son muy machistas y patriarcales.
Trasciendan, hagan que su vida valga la pena. Trabajen para que ya no haya más niños con hambre en El Salvador, ni tampoco gente sin agua.
Y quizá, al luchar por todo esto en el nombre de nuestro señor de la liberación se encontrarán con oposición y problemas, pero no teman: así como estuvo Dios con David, estará con ustedes. Pero trasciendan.
Hagan que con ustedes, el señor vuelva a pasar por El Salvador.
Si se van de este lugar igual a como llegaron, han perdido el tiempo. Pero si se van desafiados, si quieren realmente trascender, entonces habrán aprovechado el tiempo y a partir de ahora su vida no será igual.
Hagamos una oración, diciendo: ¡Dios aquí estoy, quiero trascender!
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