Guenas memoranzas
Cuando uno es cipote
le acontecen muchas cosas
el jiote se le pega hasta en la patas
brinca, grita, todo uno sobado.
Ah! Pero como recuerdo a mis amigos
a la cipotada corriendo por el campo
recogiendo en el camino quimayil pa’ apaciguar el hambre
¡ja! ¡Si que nos hartabamos!
Pero más cuando llegábamos a Quepa, bello lugar,
lleno de chuchos con garrapatas, vacas todas gordas
¡Que sabrosa leche la que daban! Y lo mejor de ahí
las muchachas, con las greñas hasta las nalgas
con caites y quanada de color quemaida,
sin faltar claro las mejillas negras del polvo
¡Que mujeres más sabrosas!
Ah! Pero lo que nunca se me va a chispotiar
es la vez cuando mi fiel acompañante Qú
Iguana sin igual, se enfrento a un Quiley
para defenderme a mi, de ese animalejo,
como tata estaba orgulloso de que fuera tan
macho para defenderme así como yo lo haría.
Guenas memoranzas las que me quedan de la infancia…
¡Huy pero como se anocheció! y ya es hora de
echarse a chotear para que mañana madruguemos a echar riata;
Ah! Perdóneme usted, olvide a yo presentarme:
Mi nombre es Quintielo pa’ servirle a usted y a Dios.
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