domingo, 21 de abril de 2013

Juan, el de los pelos parados

Los rumores cabalgan los vientos y vuelan de un lugar a otro sin que alguien pueda detenerlos. En lo personal no me gusta andar contando rumores porque quizá no sean ciertos. Pero les comparto éste sobre nuestro amigo y hermano Chepe porque me pareció interesante y quizá no sea un simple rumor.

Dicen, a mi no me crean, que en una ocasión el hermanito Chepe llegó al local de la iglesia para orar. Pero pronto notó que esa vez no estaba solo, sino que Juan también había entrado para orar.

Hablando para sí mismo y casi en silencio, pero no tanto como para que Juan escuchara, dijo:

Chepe- ¡Jesús y María en la carpintería de José! y ¡Por el río Jordán, el Nilo y el mar rojo! ¿Qué joven es éste que viene a orar así? Todo desaliñado, pelos parados como si tiene cresta de gallo, ropa rara de algún género musical y en sus manos pulseras... ¡Por los cuatro caballos del apocalipsis y sus jinetes! ¿Qué clase de cristiano es ese? "¡alelucha!"-

El joven, que se había ubicado en la última banca de la iglesia, escuchó claramente porque el local estaba solo. Inclino su rostro avergonzado y se consideró a sí mismo indigno de mirar al cielo y de orar. Por su lado, Chepe tomó una bocanada de aire y comenzó a orar a voz en cuello, muy fuerte y expulsando saliva por doquier:

Chepe- Te agradezco oh gran Padre de las luces porque no soy como ese joven pelos parados que pocas veces lo he visto en los cultos y cuando viene ni pone atención al sermón del ungido pastor que nos ha dado usted señor Dios de los cielos y la tierra y todos los que en ella habitan "¡Alelucha!".

Dios que escuchaba la oración de Chepe quería también participar e intervenir y hablar con él:

Dios- Chepe, ¿Cómo estás? Que bueno que vienes a platicar conmigo y...

Chepe oraba tan fuerte que no escuchaba la voz del Señor y seguía en su monólogo:

Chepe- Te agradezco porque soy un macho alfa y un varón hecho y derecho, no ando con niñerías de esa moda tonta de los princesos... "¡Alelucha!"... te agradezco porque diezmo de todo lo que gano, porque no soy adúltero ni fornicario, ni veo a las mujeres cuando pasan con mini faldas a mi lado aunque se vean bonitas y cuando veo una película y hay escenas de besos la quito inmediatamente... ni me visto raro, ni uso palabras al estilo juvenil, ni veo televisión después de las ocho de la noche, ni escucho rap o rock disque cristiano, ni tampoco leo los blogs de un tal Ezequiel... y si fuera mujer estoy seguro que usaría mantelina blanca de pureza y usaría faldas largas, no como la Susana hija del pastor... ¡Gracias Señor porque no soy así! "¡Alelucha!" Amén.

Dios- Y... ¿Ya te vas Chepe? Quería platicar contigo.

Al parecer Chepe no escuchó la voz de Dios y al terminar de orar salió del local con altivez, y al pasar cerca de Juan lo miró de reojo y se fue. No obstante Juan balbuceó una pequeña oración:

Juan- Señor Jesús no soy digno de orar, solo vine para darte gracias por la vida. Me marcho.

Dios- Espera un momento ¿Ya te vas? Pero si acabas de llegar.

Juan- ¿Qué? ¿Dios, eres tú?

Dios- ¡Jaja! Pero claro que soy yo. ¿Pensabas que era mudo o qué? Yo también hablo en la oración, pues al final de eso se trata la oración, de platicar conmigo ¿No es así?

Juan- Este... bueno... sí, pero... ¿Por qué hablas conmigo y no con el hermanito Chepe?

Dios- Porque a mi me gusta platicar con muchachos como tú, que no solo saben hablar, sino que también saben escuchar, al final por eso les hice una boca y dos orejas... para que escuchen más y hablen menos ¡jaja! Pero ahora dime ¿Por qué te sientes indigno de orar?

Juan- Es que mírame, quizá tenga razón el hermanito Chepe, soy Juan el de los pelos parados, el pelo de escoba, me dicen cabello de puerco espín que parece cresta de gallo mal pintada y que utilizo shampoo de guisquil verde y además...

Dios- ¡Jaja! Discúlpame Juan que te interrumpa, pero es que me dio risa que le hayas creído eso a Chepe. ¿Sabes una cosa?

Juan- ¿Qué?

Dios- A mí me gusta y me parece simpático tu peinado. Pero bien... ¿Me decías?

Juan- ¡Muchas gracias Señor! No sabía que a ti también pudiera gustarte mi peinado. Te decía Señor Jesús que además del peinado hay otras cosas que me hacen sentir indigno para venir a ti. Verás, me gusta una chica que no es cristiana, sé que no debo ligar con muchachas así pero me gusta tanto la Fernanda... Aunque ahora que lo pienso... ummm... ¿Qué te parece si comienzo a andar con ella y la evangelizo? Es decir, ambos ganamos. Tú te ganas el almita y yo su lindo cuerpecito de sirena... ¿Qué opinas?

Dios- ¡Jaja! Que buen chiste Juan... sabes que las cosas no funcionan así...

Juan- Entonces...¡Dame la fuerza para buscar a una cristiana con valores y que además sea hermosísima! Porque la verdad en la iglesia no encuentro chicas lindas... Y también a veces me siento sin fuerzas para decir NO a la presión del grupo cuando me invitan a hacer cosas que sé que no están bien. Me siento indigno porque a veces termino cediendo a las tentaciones. ¡Ayúdame Señor a decir No, a no dar clic en sitios pornográficos y a leer más la biblia!

Dios- Juan, hijo... ¡Claro que cuentas con todo mi apoyo y respaldo! Yo te seguiré ayudando. ¡Te daré nuevas fuerzas y como las águilas te renovarás! 

Juan- ¡Gracias Señor! Ahora mismo me siento más fuerte para enfrentar las tentaciones. ¡Gracias por escucharme Jesús! Y ahora sí, que venga el mismo Satán porque me siento tan fuerte como Sansón como para darle una buena golpiza... ¡Jaja!

Dios- ¡Jaja!... Gracias a ti también Juan por dejarme hablar

Juan- Antes de terminar la oración quiero preguntar ¿Por qué en la iglesia yo solo encuentro que la mayoría de chicas son feas? A veces parece que afuera de la iglesia están todas las bonitas... mira Jennifer Aniston o  Katy Perry que son mujeres bien de Dios Uff! ¡salva a esas siervitas Señor!... Sería una lástima que tanta belleza sea arrojada a la condenación eterna... ¿No lo crees así también Señor?

Y así fue como Juan, después de platicar con Dios y preguntar muchas cosas, se retiró justificado y ayudado por el Señor. Además su forma de orar jamás fue igual ni tampoco le parecía aburrido. En cambio Chepe no tuvo la misma experiencia y regresó a su casa igual.

REFLEXIONES
Jamás te creas más que los demás. ¡Dios aborrece a los altivos y exalta a los humildes!

Dios te dio una lengua y dos orejas. En la oración habla menos y deja a Dios hablar. Que no se te olvide que la oración es platicar con Dios... ¡Dios no es mudo!

Cuando ores, no tienes que buscar palabras rebuscadas para que Dios te entienda... ¡Dios entiende tu lenguaje! 

Jamás te sientas indigno para acercarte a Dios, él te quiere dar fuerzas para que puedas hacer frente a las tentaciones.

No grites en la oración ¡Dios no es sordo!

Cita bíblica a buscar: Lucas 18:9-14



3 comentarios:

  1. Excelente.. me identifico con Juan en algunas cosas...! :D
    Felicidades Ezequiel!!

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  2. Ese hermano Chepe, solo de alzado!!! Jajaja!!! -Hna. Chepa

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  3. Hey excelente viejo!!! Nuevamente, muy buena historia :)

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