sábado, 9 de agosto de 2014

Censura maquillada

Antes yo también veía Diálogo21 edición especial de los viernes. Pero luego de lo que pasó con Dagoberto Gutiérrez uno se plantea ¿realmente lo censuraron como él lo manifestó? Bueno, mi irreverente amigo Carlos Díaz Clavel seducido por el debate que este incidente abrió respecto a la censura, nos comparte este texto de opinión.


Por Carlos Díaz Clavel

La entrevista de Diálogo con Ernesto López del canal 21 por primera vez se ve envuelta en un pequeño escándalo y polémica. Todos aquellos que acostumbramos a sintonizar espacios de opinión y discusión a través de la televisión, nunca hemos pasado desapercibida la entrevista de Ernesto López en canal 21, transmitida en las madrugadas, y que los días viernes tiene una “edición especial”, por tener como invitados frecuentes a ciertos panelistas, entre ellos estaba el analista de izquierda Dagoberto Gutiérrez.

Dagoberto es bien conocido por tener una peculiar forma de expresarse, que algunos consideran hasta “filosófica y abstracta”, pero también por tener muchas veces una postura crítica (claro, muy a su estilo, como un pan de Dios, sin sacar espuma por la boca como lo harían otros personajes) hacia todos los sectores políticos, sin importar el signo ideológico ni el partido, por lo que en ocasiones se expresa en forma crítica hasta del FMLN, su antiguo partido que fundó y al que perteneció durante la guerra como parte de la burguesía intelectual que le daría la razón de existir y propósito a dicha agrupación, en aquel entonces, guerrillera.

Sin embargo, no fue su postura hacia su antiguo partido lo que provocó su censura del canal 21, para nada, eso está a miles de años luz, sino una crítica hecha hacia el enemigo de toda su vida: El mercado, y esta vez encarnado en su tradicional ejecutora: La oligarquía, y esta vez representada por una prominente constructora de urbanizaciones.

Ya sabemos que por más que quieran argumentar y excusarse rebuscadamente en Grupo Megavisión por la “salida” (un término eufemístico para no querer decir “censura”) de Dagoberto Gutiérrez del programa, es un hecho innegable que la mano de un empresario privado fue la que intervino para que esto llegara a pasar.

En concreto, se trata de una denuncia pública que Dagoberto hizo en una entrevista como cualquier otra, en la que cuestionaba la construcción de una urbanización en un terreno al norte de la capital, usando información dada por habitantes de las comunidades afectadas para darles voz.

Todo eso demuestra que el canal 21, así como todo el Grupo Megavisión, es otro medio sin independencia de intereses privados. Hasta me sorprende que hayan dicho en una carta donde se excusan de la censura diciendo que Dagoberto “fue malinformado por personas de las comunidades" y que ellos "se oponen a que cientos de humildes obreros tengan trabajo y que inversionistas sigan arriesgando su capital y sigan apostándole al desarrollo del país". Con esta declaración más claro no pudieron haberlo dicho, vemos que son las mismas palabras que argumentan grandes empresarios oligárquicos para destruir el medio ambiente, deforestar lo poco que queda de nuestros bosques, que demandará miles de metros cúbicos de agua, destruyendo mantos acuíferos, construyendo en zonas no aptas, desalojando por la fuerza a familias, que serán casas que casi nadie de la gente humilde y pobre podrá comprar, y para lo cual son incluso capaces de llegar a falsificar estudios medio ambientales con tal de obtener los permisos (Ver ejemplos al final). Aquí vale recordar una cosa, que incluso lo dijo el alcalde de San Salvador y excandidato derrotado de la última elección presidencial: “No siempre lo legal es lo justo”.

De todos modos, si de verdad Dagoberto Gutiérrez fue “malinformado” por ciertas personas de las comunidades afectadas, hubiera sido un problema que hubiera tenido que arreglar solamente él con la empresa que se vio “difamada”, no existe razón alguna para creer que el canal hubiera enfrentado “agravios jurídicos y económicos”, como argumentó en esa cartita excusadora.

Hay que notar que ellos mismos se delatan al decir que “para evitar agravios… económicos… nos vimos en la necesidad de editar exactamente esa declaración”. Más claro no pudieron haberlo dicho, tuvieron que censurar a Dagoberto Gutiérrez para evitar que les quitaran pauta publicitaria, lo que se traduce a menos dinero. Dagoberto tuvo la razón al culparlos de “ceder a presiones mercantilistas”.

Bajo el argumento que dio el canal 21 entonces deberíamos sancionar sin ningún escrúpulo a todos los canales de televisión que se prestan a transmitir campañas electorales adelantadas violando la ley. Difamaciones y calumnias que dañan la integridad moral como las que propinó en plena campaña electoral la polémica Ana Vilma de Escobar y su acompañante Roberto D’Abuisson (que por cierto lo hicieron en la misma entrevista con Ernesto López), por lo que Funes también debió haber demandado al canal por transmitir esas difamaciones. Recuerdo también como el expresidente de la Corte de Cuentas, Rosalío Tóchez, llamó “parásitos” a los empleados que él había cesado de sus puestos y por lo que enfrentó una demanda hecha por mujeres despedidas que se sintieron agraviadas, en ningún momento se cuestionó al canal desde el cual dijo eso, que por cierto, fue en la misma entrevista con Ernesto López. También deberíamos culpar a los medios por no contribuir a una cultura de paz al pasar películas, series, novelas con escenas de horror y balaceras, reportajes amarillistas con escenas fuertes sin censura y que juegan con el dolor y zozobra de los salvadoreños, con tal de ir ganando mayor audiencia y por consiguiente mayor pauta publicitaria. Vemos en todo esto una doble moral sin límites. ¿Por qué debería enfrentar “agravios jurídicos” el canal por declaraciones que son solo responsabilidad de quién los emite, tal como ellos afirman insistentemente antes de cada programa?

El canal se excusa diciendo que también en el pasado Dagoberto Gutiérrez  “varias veces cuestionó duramente a empresas que pautan mucha publicidad en este canal… y nunca le censuramos sus críticas”. ¿Acaso estos señores no conocen lo que se llama “paciencia”? Un empresario con intereses fuertes puede tolerar hasta cierto punto las críticas en su contra, y no dudo que este hecho haya sido el desenlace de toda una serie de presiones mercantilistas contra el canal 21 hechas por sus patrocinadores. El mejor ejemplo para respaldar lo que afirmo: el expresidente Mauricio Funes durante su era de periodista criticó duramente por más de 12 años  en la trinchera del canal 12 a los gobiernos de ARENA y la oligarquía que los financiaba, a través de la “Entrevista al día”. No cabe la menor duda que su expulsión del canal 12 fue el desenlace forzado por toda una serie de presiones y amenazas de retiro de pauta publicitaria del canal, y según cuentas ciertos estudiantes que han podido hablar con empleados del canal, la gota que derramó el vaso fueron los reportajes de Funes sobre las donaciones que vendrían para los damnificados del terremoto del 2001 y de las cuales se apropiaba el entonces presidente Francisco Flores. Por tanto, si en el pasado no se censuró a Dagoberto, fue simplemente porque el vaso aun no les derramaba a los financistas del canal 21.

Lo único cierto que ha dicho el canal 21 es que en el pasado nunca censuraron a Dagoberto, pero ahora sí, aunque quieran maquillarlo con alegaciones escuetas.

Sin embargo, no puedo negar la admiración que guardo de la profesionalidad de Ernesto López en sus entrevistas, y sé que él es muy honesto y se esmera por ser imparcial; pero comprendo también que siempre hay que sujetarse a los designios de nuestros superiores, y estos a los de sus financistas. Lo que nos recuerda que sigue habiendo un “línea roja que no debemos cruzar” para expresarnos en canales de televisión comerciales.

Para terminar, algunas declaraciones de Dagoberto Gutiérrez:

“Esto se llama censura brutal, inclemente, sin oportunidades. Eso es lo que pasó” 

“Si yo estoy en la televisión no es para salir en la televisión, sino para ser instrumento de los que no tienen voz, de los que nadie mira, de los que nadie escucha"

"Es necesario que la sociedad y los interesados sepan que la libre expresión del pensamiento es un derecho en la medida en que se lucha por ello. Los derechos no son regalos de nadie, y no son regalos a nadie; nadie tiene derecho a tener derechos si no lucha por ellos, y en ningún caso ustedes renuncien a su dignidad: este es un valor por el que el ser humano debe luchar minuto a minuto, segundo a segundo... nadie te la va a regalar… depende de vos. La vida sin dignidad deja de ser vida"

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