Leonardo Da Vinci fue un adelantado a su tiempo, inventó tantas cosas. Propuso que el hombre podía volar. La religión no lo entendió y lo juzgó bajo la excusa que Dios creó a las aves y solo ellas tienen la potestad de volar. Hoy nos causa gracia pensar que no solo las aves vuelan ¡Los hombres y mujeres también a través de los aviones!
Albert Einstein, Newton y muchísimos más podrían engrosar la lista de gente que propuso cosas que parecían adelantadas a su tiempo. La religión organizada, a la mayoría, los juzgaba o amenazaba de muerte.
Martín Lutero padeció persecución por decir la verdad bíblica que la iglesia había olvidado y manipulado a su conveniencia.
No pretendo parecerme a uno de esos grandes hombres y mujeres de la historia que nos demostraron cosas que con el tiempo hemos tenido que aceptar porque estaban en lo correcto y la religión estaba evidentemente equivocada. Eran adelantados a su tiempo. Nos mostraron la verdad. Y yo quiero invitarte a que le echemos un vistazo al futuro, sin intención de parecer un adelantado a mi tiempo:
- En un tiempo futuro nos vamos a arrepentir de la ridiculez que hoy cometemos al pasar encerrados los domingos -y otros días- en las cuatro paredes de nuestros locales de iglesia. Vamos a entender que un domingo en familia y en la playa, es más espiritual que ir con un uniforme a "servir" en la congregación. La familia fue instituida primero, la iglesia fue milenios después.
- Llegará el momento en que nos reiremos de que por hoy consideramos pecado la política y no nos metemos en ella porque según nosotros "es del diablo". No hacemos nada por redimirla.
- Con el tiempo nos dolerá el haber buscado tantos "dones espirituales" y querer parecer "espirituales" al hablar en lenguas y profetizar. Eso está bien, pero está mejor procurar explotar el don del servicio a los demás. El extender la mano al caído y procurar el bien de los demás.
- Nos avergonzará el haber construido templos lujosos en países donde hay personas que a veces no comen y no tienen ni una moneda en su bolsillo.
- Nos vamos a reír nerviosamente por haber interpretado de manera literal la Biblia.
- Nos va a dar pena haber sido conservadores y nunca querer innovar.
- Vamos a querer que la tierra nos trague por haber defendido "nuestras verdades absolutas", al final el Espíritu de Dios nos llevará a comprender que las verdades absolutas no existen y que siempre debíamos respetar a los demás aunque no creyeran lo mismo que nosotros.
- Una de las cosas que más vergüenza nos causará es haber criticado a las mujeres que usaban pantalones y se pintaban. Nos dará profunda pena haber sido machistas e imponer a las mujeres que debían estar sometidas a sus maridos y así legitimábamos la violencia en los hogares cristianos.
- Nos causará dolor el nunca haber cuestionado nada. Nos reiremos del pensamiento retrógrada que teníamos al nunca cuestionar los gobiernos y sus injusticias y aceptarlo todo bajo la premisa "que esto viene de Dios".
Mejor me detengo acá, es probable que hayan cosas que no pueda decir todavía.
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